¿Y TÚ, DISEÑAS O EVALÚAS?

En los 80 para ligar se puso de moda la mítica frase de “¿Estudias o trabajas”, que conoció su variante de “¿Estudias o diseñas?”.

Algo parecido debiéramos preguntarnos al abordar la contratación pública responsable, pues para ligar efectividad y cláusulas sociales no es suficiente con diseñar sino que resulta imprescindible verificar su efectivo cumplimiento y evaluar los resultados obtenidos.

Con la nueva Ley 9/2017, de Contratos del Sector Público, se han zanjado ya los debates y disquisiciones jurídicas sobre la legalidad o ilegalidad de las cláusulas sociales: son plenamente legales y no debemos perder más tiempo en ello. Sin embargo queda mucho camino:

  1. Debemos seleccionar  y redactar unas cláusulas sociales proporcionales y adaptadas al objeto del contrato, al sector de actividad, al número y cualificación de trabajadores y trabajadoras necesarias para la prestación, al presupuesto y el plazo, y al propio tejido económico del territorio.
  2. Una vez incorporada la cláusula es imprescindible que los propios pliegos señalen quién, cuándo y cómo se va a verificar el efectivo cumplimiento de los criterios de adjudicación o las condiciones especiales de ejecución de tipo social que hayamos señalado.
  3. Y por último, debemos computar, medir resultados, conocer el impacto, saber cuáles son los efectos y beneficios que la contratación pública nos está proporcionando en parámetros sociales y medioambientales.

Hoy hemos abordado todas estas cuestiones en un taller celebrado para sesenta personas del ámbito de la contratación del Ayuntamiento de Palma de Mallorca, una administración comprometida con la compra pública responsable. Los retos son dotarse de un documento homogéneo que establezca los indicadores y verificadores para cada una de las cláusulas, que facilite sobremanera el trabajo a los órganos de contratación y que suponga un aviso importante para las empresas licitadoras, sabedoras de que deberán aportar determinada documentación para cada criterio, y que se verificará el efectivo cumplimiento de las mismas.

Para DE PAR EN PAR la redacción de pliegos, acuerdos o instrucciones con criterios de compra pública responsable constituye nuestro objetivo, pero nos parece imprescindible acompañarlo siempre de instrumentos de control, verificación y evaluación. En ello estamos. Avancemos.

https://www.20minutos.es/noticia/3273215/0/cort-forma-sus-empleados-para-aplicacion-nueva-ley-contratos/

 

NUEVA WEB DE CLÁUSULAS SOCIALES Y AMBIENTALES

Os presentamos uno de nuestros últimos trabajos: www.contratacionpublicaresponsable.org

Desde DE PAR EN PAR hemos elaborado de manera íntegra y exclusiva todos los contenidos. Y la elegancia del diseño es mérito de CODEK STUDIO.

Su objetivo no es otro que el de facilitar la aplicación de las cláusulas sociales y ambientales. Y para este encargo de la Red de Economía Alternativa y Solidaria ideamos un sistema intuitivo y comprensible de “Cortar, Pegar y Adaptar” la cláusula más adecuada, siempre por supuesto con plenas garantías jurídicas y prácticas.

Estamos muy satisfechas con el resultado y consideramos que se trata de una herramienta que hacía falta: un compendio de cláusulas, de legislación, de instrucciones y acuerdos, de noticias, de guías y de enlaces sobre contratación pública responsable.WELL

Esperamos que puedan aprovecharla el mayor número posible de entidades sociales y administraciones públicas. Nuestro único enriquecimiento en derechos de autor (y el más satisfactorio) será el que puedan facilitar la cohesión social y la sostenibilidad ambiental.

LAS CCAA SE PONEN LAS PILAS CON LAS CLÁUSULAS SOCIALES

Hasta la fecha, las iniciativas sobre cláusulas sociales que abordaban su inclusión en la contratación pública con carácter preceptivo, habían tenido su origen en administraciones públicas de ámbito municipal (Avilés, Castellón, Barcelona, Madrid, Donostia, Vitoria, Sevilla, Valencia, etcétera).

Dicha afirmación pudiera ser matizada por los casos del País Vasco (Acuerdo de Consejo de Gobierno de 29 de abril de 2008), Navarra (Ley Foral 6/2006, de 9 de junio, de Contratos Públicos), Aragón (Ley 3/2011, de 24 de febrero), o Castilla y León (Acuerdo 59/2012, de 26 de julio). Pero en todos estos casos, se trata de acuerdos o normativas parciales o insuficientes, en algún caso meramente voluntariosa, o incluso inaplicada.

Por lo tanto, parecía que las Comunidades Autónomas seguían viendo las cláusulas sociales desde la mirilla y sin que existiera una voluntad firme y decidida por abrir la puerta y dejar pasar a la Contratación Pública Socialmente Responsable con carácter general y reglado.

Pero por fortuna este panorama ha cambiado. Baleares ha sido la primera y en DE PAR EN PAR estamos muy orgullosos de haber participado intensamente en ese proceso, de haber prestado nuestra experiencia y colaboración, y sobre todo del resultado. Así, el pasado 28 de abril, se aprobó el Acuerdo de Cláusulas Sociales del Gobierno de las Islas Baleares, siendo presentado por la presidenta Francina Armengol, junto a los consellers de Asuntos Sociales y Empleo, Fina Santiago y Yago Negueruela. Ver noticia Diario de Mallorca.

Además, en DE PAR EN PAR, estamos también trabajando y prestando nuestra asistencia técnica al Gobierno de Canarias para la elaboración de una norma de cláusulas sociales que deberá aplicarse en los contratos públicos de la administración autonómica. La apuesta política es muy clara y así lo ha manifestado la propia Vicepresidenta del Gobierno Patricia Hernández. Ver noticia El Día. Hemos comenzado con acciones de formación para más de un centenar de personas y ahora debemos coordinar y dirigir un trabajo transversal entre diferentes áreas, con el objetivo puesto en la mejor de las normas posibles: con plenas garantías jurídicas y con el máximo alcance social.

Sin duda, cabe celebrar que las Comunidades Autónomas se sumen a las cláusulas sociales – al igual que Diputaciones, Consells y Cabildos insulares-, no solo por su importancia cuantitativa, sino por el efecto tractor y referencial que ejercen sobre los municipios de sus respectivos territorios. Y es que, sumar nos gusta, pero multiplicar nos encanta (1+1=3).