El ANUNCIO sobre el ANUNCIO de los ANUNCIOS de aquellos ANUNCIOS de…
¿Somos lo que decimos? Entonces, veamos algo que dice el Ministerio de Defensa para informar a la ciudadanía:
Este es un ejemplo de texto laberíntico y mareante, muy habitual en leyes, anuncios oficiales, y sentencias judiciales, que no contribuyen absolutamente en nada al entendimiento, a la comprensión, a la transparencia, a la formación de la sociedad. En un momento en el que la transparencia está siendo considerada como una meta a alcanzar en las administraciones públicas (al menos vamos a creerlo), se debería analizar en profundidad, no solo para decidir qué datos publicar, sino también de qué manera ofrecerlos. Y la utilización del lenguaje es fundamental para democratizar la transparencia. Un lenguaje entendible, efectivo, sin tecnicismos, o con tecnicismos pero con sus ‘traducciones’ correspondientes, es un paso aún por dar para ser transparentes de verdad.
Preguntad a las personas que conforman vuestras familias (padres, madres, abuelos, abuelas, tíos, tías…) qué creen que se van a encontrar en la sección llamada Open Data de las webs de las administraciones públicas. Preguntadles ¿qué es Open Data?. Abrid documentos de contratación ‘colgados’ por los ayuntamientos e intentad descifrar las abreviaturas y siglas que se suelen poner en ellos. O entrad en ciertas páginas web de ayuntamientos que pretenden ser muy transparentes y nos dicen cosas como: “Las consultas se realizan sobre el punto SPARQL” y, para clarar lo que es nos explican que: “SPARQL es el acrónimo de Protocolo Simple y Lenguaje de Consulta de RDF. SPARQL es una tecnología que permite hacer consultas sobre información expresada en RDF, usando distintas fuentes de datos y permite obtener también los resultados en formato RDF para poder reutilizarlos en las aplicaciones”.
La intención es buena, pero los resultados no están logrados. Transparencia es divulgación. Y si se quiere poner al alcance del público algo, hay que saber explicarlo en palabras sencillas. Y, sí, para eso también hay que contratar a más personal. Es lo que tiene la transparencia, y cualquier cosa bien hecha: se necesita personal dedicado a ello en exclusiva, porque la transparencia no es la María de las asignaturas, es la asignatura principal de lo público.