NO SABÍAMOS QUE ERA IMPOSIBLE, ASÍ QUE LO HICIMOS.
Dedicado a Luisa García Solar, Pilar Varela, Ana Riesgo y Quini Gómez.
El pasado 8 de abril, con motivo de la celebración de una Jornada sobre compra y responsabilidad social pública, la prensa recogió el siguiente titular: “Avilés, referencia nacional en las cláusulas sociales de los contratos públicos”.
No pude asistir pero me hubiera encantado, y sentí verdadera nostalgia, ya que mi trayectoria profesional tiene sentido precisamente gracias al Ayuntamiento de Avilés. Así que, si me permitís, voy a contar una batallita: Sicilia, 1932. Ah no, perdón, Avilés año 2008, llevaba cuatro años dedicándome a las cláusulas sociales pero el trabajo se limitaba a impartir formación, disertar en conferencias y, todo lo más, asesorar en alguna licitación aislada. Ninguna Administración Pública se atrevía a ir más allá, y dotarse de una norma para que las cláusulas sociales se incluyeran de forma reglada en todos los contratos.
¿He dicho ninguna? Noooo, una tribu de astures, con mujeres y hombres valerosos decide desafiar al imperio de la contratación pública y cambiar su curso. Nos dijeron que era imposible, nos dijeron que era ilegal, nos advirtieron que se recurriría, pero exploramos todas las posibilidades, pisamos tierra firme, batallamos con secretaría e intervención, y logramos llegar adonde nadie en este país había lo había hecho en contratación pública socialmente responsable.
La única forma de conocer los límites de lo posible era explorarlos y adentrarse en ellos, así lo hicimos.
Y sí, en efecto era posible, en estos años Avilés ha incorporado cláusulas sociales en 122 contratos y logrado que 336 personas con dificultades accedan al empleo. El modelo de Avilés ha sido reproducido por más de un centenar de Administraciones Públicas (incluidos los Ayuntamientos de Madrid o Barcelona), y también reconocido en el exterior, con distinciones en la Conferencia Europea de Responsabilidad Social, finalista en los premios BP de la Unión Europa a la Innovación en la Administración Pública u obteniedo el premio Guangzhou a la Innovación Urbana en China.
Volvemos a 2016, han pasado ocho años, y cada semana saltan noticias de acuerdos municipales, iniciativas, mociones, normas o instrucciones de cláusulas sociales. Aunque no hayamos participado en la redacción de todas ellas, lo que importa y es cierto es que todas se han inspirado en Avilés, y en todas ellas se puede reconocer cláusulas o párrafos enteros que han reproducido esa primera Instrucción que se redactó y aprobó en España.
Sólo cabe una mayor satisfacción que la de producir efectos sociales: multiplicarlos.
Santiago Lesmes Zabalegui.
Responsable de cláusulas sociales en DE PAR EN PAR.