AYUNTAMIENTO DE SEVILLA: ¿A LA SEGUNDA VA LA VENCIDA?
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, anunció el pasado 17 de septiembre la “aprobación de un nuevo modelo de contratación pública que introduzca cláusulas sociales, y que partiendo de la responsabilidad social de la administración alcance a las empresas contratistas, con un objetivo claro: primar la rentabilidad social antes que la económica”.
En el modelo que esbozó se apuesta activar a las empresas de inserción social y fomentar la contratación de personas en situación o riesgo de exclusión, y afirmó que la Delegación de Empleo está trabajando en la redacción un pliego de cláusulas sociales y administrativas.
Este anuncio nos sirve para recordar que Sevilla fue pionera en este ámbito, aprobando en abril de 2007 un “Pliego de Cláusulas Administrativas de Calidad Social”, que era de inclusión obligatoria en todos sus contratos… y que nunca se aplicó.
No es el único caso, y así DEPARENPAR trabajó en su día en el Acuerdo del Gobierno Vasco de 2008 sobre cláusulas sociales que nunca se ha puesto en práctica, al igual que las instrucciones de los Ayuntamientos de Jaén o Irún que padecieron el mismo recorrido: no pasar de las palabras (el texto legal) a los hechos (los pliegos y los resultados). En efecto, no basta con redactar y aprobar una norma sobre cláusulas sociales sino que se requiere el impulso político e involucrar al personal técnico para convertir a la contratación socialmente responsable en parte de la gestión pública.
Aprendamos las lecciones, y si es preciso cambiemos el plan o la estrategia, pero no la meta.